Se estuvo hablando todo el año de ella. Si no era por su ultra comentado último disco "21", era por los problemas a la garganta que la aquejaron. Así y todo, Adele puede decir que el 2011 es el mejor año en su todavía corta carrera. Tan sólo en Estados Unidos, su álbum vendió más de 5 millones de copias, cosa que no se conseguía desde el 2004, cuando Usher rompió todos los records gracias a su disco "Confessions". La arremetida de la cantante británica también sirvió para levantar a toda la industria discográfica, que registró un crecimiento de un 3%, primera vez en siete años que presentó números positivos. Este detalle tiene a Adele como la segura ganadora de los Grammys de febrero, galardón que hace rato opta por premiar a quienes ayudan a que el negocio de la música no se desplome. Mientras tanto, la artista ya empezó con ejercicios de vocalización básicos para recuperar su garganta, y aclaró que no empezará un nuevo álbum, hasta después de un largo break de dos o tres años.
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