martes, 8 de noviembre de 2011

[REVIEW] 40 años de Led Zeppelin IV


Para 1971 Led Zeppelin ya era una banda de peso para la música de esos tiempos. A pesar de su status, su álbum del año anterior, "Led Zeppelin III" fue recibido tibiamente, con algunos fanáticos y miembros de la prensa musical derechamente criticándolos (acción de la cuál todos se arrepentirían años más tarde). Por eso el guitarrista y productor de la banda, Jimmy Page, decidió que para la cuarta entrega del grupo el álbum no llevaría ningún tipo de título, ni el nombre de la banda. De hecho la única lista de canciones del vinilo venía en la cara interior de la caja. Así un 8 de noviembre se lanzó el ahora conocido como "Led Zeppelin IV". El álbum de alguna manera fue un súper éxito de ventas, logrando encantar a los fans y críticos, y hasta el día de hoy es reconocido como el mejor trabajo del grupo liderado por Robert Plant.



"...IV" parte con "Black Dog", una composición del bajista John Paul Jones, que contiene un ritmo atípico, con múltiples cambios para hacerla prácticamente imposible de bailar, tal como el músico quería. El rockero riff se intercala con la aguda voz de Plant, hasta en el coro mezclarse con una notas altísimas. Después, "Rock and Roll" entrega una de las baterías más características del fallecido John Bonham. La melodía hace tributo a las composiciones más tempraneras del género, llevando un ritmo frenético que culmina con un excelente solo de Page. "The Battle of Evermore" es una joya del lado acústico de la banda. Jones pasa a la guitarra acústica y Page a una mandolina, construyendo una melodía de capas y suaves textura como base a las armonías entre las voces de Plant y la cantante Sandy Denny.




El final de la primera cara del álbum fue en su minuto toda una revolución en el mundo musical: la épica "Stairway To Heaven". La canción más reconocida de los Zeppelin se construyó como si fuera prácitcamente una composición clásica, generando múltiples ambientes y cambios de ritmo, para estallar la tensión al final. Desde el principio con la guitarra de seis cuerdas y la flauta, hasta el inolvidable solo de Page y los chillidos de Plant al final, el tema entra fácilmente a competir como uno de los mejores de la historia.




La segunda cara del vinilo parte con "Misty Mountain Hop" un blues psicodélico llevado por el juego entre el piano eléctrico de Jones y el riff de Page. Luego viene "Four Sticks", donde una rockera y frenética guitarra se alía con una tribal batería de Bonham (que le da el nombre a la canción al tocar con cuatro baquetas). La gentil balada acústica "Going To California" da lugar al espectacular final del álbum, con un blues de 1929 retrabajado, pero al escuchar la versión de Zep, simplemente da lo mismo quién lo compuso: Esta es la versión definitiva. Hablo de "When The Levee Breaks", una canción en un tiempo más lento que las demás, pero infinitamente más pesada. Bonham golpea su instrumento con furia, mientras Page le saca la mayor distorsión que puede a su guitarra, todo esto junto a un Plant exigiendo su garganta al máximo mientras acompaña con su armónica.




"Led Zeppelin IV" es de esos álbumes simplemente perfectos. No sólo es musicalmente extraordinario, si no que la producción de Page es más cuidada que la de muchos discos de la actualidad. Su legado sigue pesando en cualquier banda de hard rock que haya venido en adelante. Puede ser fácilmente considerado como el trabajo definitivo de esa leyenda que es Led Zeppelin.

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