No se supone que los proyectos
colaborativos o supergrupos funcionen en el mundo de la música. Juntar a dos o más compositores con fama
previa para trabajar en material en conjunto generalmente concluye en
resultados predecibles y repetidos: un artista se come al otro (Björk con Dirty
Projectors); las partes involucradas intentan hacer predominar sus propias
visiones pese a ser incompatibles (Lou Reed con Metallica), o su renombre hace
que ninguno se atreva a corregir al otro, terminando en desastre (¿Alguien
escuchó el tema de Paul McCartney con “Nirvana”?). Sin embargo, de vez en
cuando, un álbum colaborativo puede encontrar el balance entre sus miembros, el
equilibrio perfecto entre dos almas experimentales que sumando sus talentos crean algo totalmente nuevo. Últimamente,
ningún disco encarna mejor este equilibrio que "Love This Giant" de David Byrne y
St. Vincent.
El anuncio de este proyecto
levantó dudas. Byrne, ex líder de los Talking Heads y genio indiscutido, ha
tenido una carrera solista inestable, que va desde destellos impresionantes de
creatividad a indulgencias innecesarias. Mientras tanto, St Vincent (a.k.a
Annie Clark), la princesa del indie norteamericano, se encontraba en una racha
imbatible de 3 discos brillantes al hilo desde su debut en el 2007, pero su
tenso pop barroco no tiene mucha relación con la world music que privilegia
Byrne estos días. Los miedos fueron disipados
inmediatamente con el lanzamiento del álbum. "Love This Giant" es un álbum
colaborativo en mayúscula, un trabajo de dos de los músicos más impredecibles y
abiertos de todos los tiempos que no suena a ninguno de sus contemporáneos.
Centrado en arreglos de bronces que elevan épicamente todas las canciones, LTG
encuentra a Byrne y Clark repartiéndose las voces principales en 12 canciones
imbatibles, que devuelve el sonido Big Band al rock, sonando como la
conversación musical más inteligente que puedas escuchar este año.
Puede ser
inicialmente decepcionante que dos de los guitarristas más ingeniosos de la
música popular cuelguen las seis cuerdas a favor de una orquesta, sin embargo
para la tercera canción es evidente que la decisión no pudo ser más acertada.
El funk tenso de "Who" encuentra a ambos artistas a modo de dueto mientras se
divierten como nunca, y desde ahí el disco escala entre números casi de
Broadway ("I Am an Ape", "Lazarus") e histéricos números de baile ("The One Who
Broke Your Heart", "Weekend in the Dust"), en un álbum impredecible, sexy y
elegante. Para cuando la orquesta cierra la dulce balada final, "Outside Of
Space And Time", la conexión entre David Byrne y St. Vincent es evidente. Ambos
son como nerviosos observadores del comportamiento de la humanidad como si
estuviesen fuera de ella, y juzgándolos por el sonido de "Love This Giant", es
muy probable que lo estén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario