viernes, 28 de diciembre de 2012

[ÁLBUMES DEL 2012] Número 5.- "Celebration Rock" - Japandroids

Dos personas, ocho canciones y 35 minutos. Eso es lo que basta para constituir uno de los álbumes más generacionales de los últimos años. El segundo trabajo de los canadienses de Japandroids le hace honor a su nombre, y resulta ser un conjunto de temas extremadamente épicos llenos de emotividad y proclamas de principios. El mensaje de "Celebration Rock" es claro: Una última gran fiesta de un par de veinteañeros que se acercan a las tres décadas, y se aferran lo más que pueden a su cada vez más inexistente juventud. Pero si deben despedirse de esta, lo harán celebrando con música estridente, ruidosa, llena de energía, con espíritu de adolescente hiperquinético. El vocalista y guitarrista Brian King despacha cada palabra con un sentido de urgencia y nostalgia, con la voz al límite de quebrarse, mientras David Prowse lo acompaña golpeando la batería con rabia y fuerza, descontrolado, siendo la mejor performance de un baterista en un álbum este año.

"Seguimos iluminados esta noche y seguimos bebiendo, no tenemos nada por qué vivir. Bueno, por supuesto que sí lo tenemos, pero mientras no se haga realidad, seguimos bebiendo" canta King en la obertura con "The Night of Wine and Roses", desnundando el espíritu de este álbum, mientras que en la enorme "Evil's Sway" declara "Lo salvaje es nuestro tesoro, así que ríndete ante mí y ante la noche" sonando tanto como una protesta como una invitación. Las letras de King y Prowse están hechas de manera extremadamente inteligente, con el objetivo de ser lo más coreables posibles para transformarse en verdaderos himnos juveniles, por lo que están llenas de "Oh Yeah!" y "All Right!", y el ritmo y la estridente guitarra invitan a saltar y bailar descontroladamente.

Tras seis excelentes temas, el álbum se guarda lo mejor para el final. "The House That Heaven Built" es un clásico instantáneo, que posee la letra más emotiva de todo el LP, con King cantando sobre un amor perdido, que puede ser tanto literal como un simbolismo a esta misma idea de juventud desvanecida. "Es una vida sin vida cuando no hay una dirección fija. Pero ya no eres mía para morir por ti, así que deberé vivir" canta el músico en este tema que resulta realmente desgarrador, pero también como una excelente catarsis para las heridas emocionales. Todo se cierra con "Continuous Thunder", canción que resume todo el espíritu de Japandroids en un par de versos, una verdadero manifiesto de este dúo. Es imposible no sentirse melancólico frente a la idea de crecer tras escuchar "Celebration Rock". Pero Japandroids nos recuerda que siempre le podemos decir al futuro que se joda un rato. Hoy celebremos lo que todavía tenemos.


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